Las tardes de invierno pueden ser increíbles si tienes un rincón para disfrutar de tus panoramas favoritos. Desde la luz, el color de las paredes, las frazadas... Todo cuenta para crear esa atmósfera que lleva a pensar ¡Qué rico que sea invierno!

Hasta el último rayo de sol

Puede ser de lo que más echamos de menos en invierno, disfrutar de un ratito de sol cuando el tiempo nos deja, por lo que no dudes en mover tu espacio habitual a una zona que le llegue el sol durante más tiempo, puedes llevar cojines, frazadas, hasta un plumón y armar un rincón del que no querrás salir.

Rincones de lectura en invierno. ¡Abrígalos!

Es hora de darle calidez a ese rincón de lectura, de meditación, lo que sea tu panorama en casa. ¿Cómo hacerlo?  Incorpora una alfombra o piecera para los pies, además de alguna manta o frazada que te invite a disfrutar de este rincón un ratito más. Además si sientes que le falta luz no dudes en buscar alguna lámpara de luz cálida o fría, lo que sea tu agrado.

Un toque natural

Como norma general en invierno los días son más grises. La luz natural de que disfrutamos en casa es mucho menor. Casi sin querer, nuestros ambiente hasta parecen deprimirnos. Si hay algo que conseguirá darles una sensación nueva y fresca, es decorar con plantas.

Disfruta de un rincón para compartir

Vivas solo o con tu familia, este rincón será para compartir con los tuyos. Busca un rincón que tenga un espacio prudente, llénalo de cojines, frazadas, mantas y por qué no un par de almohadas para que las tardes de siesta sean en familia acurrucados en este nuevo rincón invernal.

Aprovecha la cocina

Sin duda es el núcleo de la casa, por lo que merece la pena introducir detalles que creen una atmósfera íntima y cálida. Agrégale flores, quizás unas mantas para quedarse por horas conversando en familia a la hora del desayuno o después de almorzar con una rica taza de té o café, hasta cojines para que las sillas sean más cómodas y den ganas de compartir y alargar las instancias en la cocina.